lunes, 13 de agosto de 2018

PENSAMIENTOS

Al comprar unos zapatos para una boda, zapatos con un tacón considerable, rememoré mi infancia, cuando le cogía los zapatos de tacones a mi madre, me encantaba ponerme aquellos zapatos de tacones y andar por toda mi casa, prácticamente arrastrando los pies, ya que era una renacuaja de unos tres o cuatro años, sonrío al recordarlo.

También recuerdo el ponerme sus pendientes, unos pendientes grandes y de vivos colores, cogía sus pinturas he intentaba pintarme, pienso que me vera guapa, aunque sería una imagen muy distinta, con pintura por toda la cara, saliendo me de las lineas de mis labios o de mis ojos, como cuando un niño pequeño realiza un dibujo y se sale del contorno del dibujo.

Me rió al pensar en todo ello, queriendo ser mayor antes de tiempo, hacerlo todo con prisa, en ese momento no te das cuenta que todo tiene su momento y su lugar.

Me encantan los zapatos de tacones, aunque ya me los pongo menos y en ocasiones especiales.

No tengo niñas que hagan lo mismo que yo hacía con las cosas de mi madre, nadie coge mis tacones, mis pendiente o mis pinturas, pero tengo dos chicos estupendos a los que yo les cojo las sudaderas que se les quedan pequeñas, jajajajajaja.

Resultado de imagen de niñas con zapatos de tacones


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