miércoles, 3 de septiembre de 2014

COMPARTIR LA VIDA

La mayoría, cuando comenzamos una relación, pensamos que será para siempre, para toda la vida. ponemos toda nuestra ilusión y ganas para que todo vaya bien. Pero en nuestra vida pasan tantas cosas, buenas y  malas, que nos va cambiando el carácter y nuestra forma de pensar sin que nosotros nos demos cuenta.

Dicen que el amor se acaba, creo que se va apagando poco a poco, con la rutina diaria, con los problemas y circunstancias que van apareciendo a lo largo de nuestra vida. Si ese amor no es fuerte y lo apreciamos tanto como para hacer todo lo que este en nuestras manos para que dure se va desmoronando poco a poco con el tiempo.

Las buenos momentos de nuestra vida nos llenan de satisfacción y alegrías, pero los malos son difíciles de sobrellevar. Intentamos llevarlos de manera que no afecte a nuestra relación, aunque a veces afecta y mucho, no es algo que se pueda controlar, las preocupaciones, la incertidumbre, todo nuestro mundo cambia y nosotros con él, nuestra pareja intentara ayudarnos de la mejor manera posible, no sabrá si lo hace bien o mal pero intenta apoyarnos y animarnos,  no le gusta vernos triste, pensativo,serio. Aguantara algún que otro desplante, nuestra irritabilidad, nuestra desgana, sabe que no somos así, es la situación por la que pasamos, es un cumulo de circunstancias que nos esta tocando vivir, nos dará toda su comprensión y su paciencia esperando que esa mala racha, con su ayuda, pase cuantos antes y todo vuelva a ser como era antes. Que volvamos a ser esa persona activa, risueña y cariñosa de antes.

Si una pareja no es capaz de apoyarse en los malos momentos,  no creo que tengan futuro. Es verdad que a veces el amor pasa, nada es eterno, y la vida nos hace cambiar, pero hay un amor, no se si el verdadero a no, que es capaz de estar para los malos y los buenos momentos, la vida lo hace más fuerte, y esa pasión del comienzo se transforma en ternura, cariño, es algo más profundo, no se como explicarlo, pero cuando veo a dos abueletes agarrados de las manos dando un paseo siento que el amor puede durar toda la vida, que juntos se pueden superar todas las dificultades. Espero verme dentro de muchos años pasear agarrada de la mano de la persona con la que llevo compartiendo toda mi vida.

La vida nos pone muchas pruebas en el camino y es mejor superarlas acompañados, pues la soledad nunca fue buena consejera. Nadie nace enseñado, la vida no trae manual de instrucciones, todo lo aprendemos por el camino, unas veces nos equivocamos y otras no, son experiencias que nos hacen ser más fuertes y nos enriquecen para afrontando la vida de diferente forma, nuestros prioridades van cambiando con la edad. Las preocupaciones de nuestros hijos nos hacen sonreír, vemos reflejados en ellos nuestros problemas de juventud, eso que parecía tan terrible, esa niña que no le echaba cuenta y que le rompió el corazón, nosotros sabemos que pasara y será un recuerdo más, otra experiencia más en el largo camino que le queda por recorrer.

La vida hay que vivirla, como dice una persona a la cual conozco bastante bien, en buena compañía.