miércoles, 16 de septiembre de 2020

CAMINO PORTUGUES

                          

Hoy 5 de septiembre, partimos hacia Tui en Pontevedra, para realizar nuestro tercer camino a Santiago de Compostela. Este año por ser un año muy atípico, raro, extraño... me apetecía escribir sobre las vivencias de este camino portugués.

Este año hicimos una parada en Ciudad Rodrigo, antes de llegar a Tui. Esta  ciudad me encanto, su centro está completamente amurallado, calles estrechas con sus casas de piedra, conserva incluso el foso al rededor de sus murallas, con cuatro salidas hacia la parte exterior y más moderna. Desde sus murallas pudimos contemplar un atardecer espectacular.


Atardecer en Ciudad Rodrigo


El día 6 llegamos a Tui, paseamos por sus calles y conocimos esta ciudad, desconocida para nosotros, muy bonito el centro. Bueno pues comencemos hablando de nuestro camino.

Buscamos un lugar para desayunar y el único local abierto estaba regentado por una joven que al saber de nuestras intensiones nos dio varios consejos, ya que ella había realizado este camino en varias ocasiones. Salimos desde la Catedral de Tui, cuando comenzamos nuestro camino nos dimos cuenta de que se nos habían olvidado nuestros palos, así que buscamos unos en el camino, los cuales Diego fue perfeccionando poco a poco, los que nos fueron muy útiles en algunas subidas y bajadas.


Esta etapa se nos hizo un poco larga, ya que unimos dos etapas en una, unos 34 kilometros, Desde Tui a Porriño y desde Porriño a Redondela. La primera parte fue muy bonita, la segunda era menos agradable y nos hizo  mucha calor, estábamos deseando  llegar a Redondela. Diego comenzó a resentirse un poco de las plantas de los pies, donde le habían salido ampollas, nada que el compeed ampollas no pueda arreglar.

Diego lavando las uvas
                                                          

En esta etapa, nos paramos un momento, Diego hablaba por teléfono, algo poco habitual, jajajaja, dio la casualidad que una señora estaba recogiendo uvas en su patio y tuvo la amabilidad de darnos un racimo de uvas negras a cada uno, nos dijo que las lavásemos en una especie de fuente (lo que esta haciendo Diego en la foto) que había enfrente pues estaban fumigadas. Esta fue la anécdota del día.

En la segunda etapa llegaríamos a Pontevedra. En el día de hoy hemos caminado por senderos y por carretera, nos hizo calor pero nada comparado con el día de ayer. La anécdota de hoy ha sido el encontrarnos a una chica llamada Susi, con un tenderete donde tenía café, leche normal y sin lactosa, diferentes dulces envueltos, recuerdos del camino, podías sellar la credencial, un libro de firmas... todo ello con mucho gel hidroalcohólico. Todo ello por la voluntad del peregrino.

Con Susi

Mi recuerdo del tenderete

Bueno pues dejamos unas palabritas en el libro y continuamos el camino hacia Pontevedra. Cuando llegamos pues lo típico una ducha, comer, descansar y ver las fotos del día, en ese momento al ver la foto que le hizo Diego al libro pudo ver que habían firmado dos lebrijanas con mucho arte, nos hizo gracia y pensamos que igual nos las encontraríamos en el camino. Pontevedra muy bonita y con mucho ambiente, me gusto la ciudad. La foto de la izquierda con el  loro de Pontevedra, muy conocido.


Con el famoso Loro de Pontevedra

Tercera etapa Pontevedra Caldas de Reis. Bueno comenzamos el camino y no se a que altura nos encontramos a dos chicas y Diego como no le gusta nada hablar y además estaba intrigado con las lebrijanas, les pregunta si son ellas las "lebrijanas con arte" ellas se ríen y nos dicen que no que son cuatro amigas, ellas son las lebrijanas corraleras, las otras dos amigas van delante,  nos presentamos, ellas Son Mª del Castillo de la familia de la Salvaora, y Patri, que va un poco tocada. Bueno pues resulta que una de las otras chicas María es la hija del dueño del Bar "el Chocazo" de Lebrija, donde Diego estuvo hacia unos días, casualidades de la vida.


Con María y Ängeles








Con Mª del Castillo y Patri
          
             
Seguimos camino y vimos a dos chicas sentadas comiendo algo, y le dijee a Diego ¿serán ellas las dos chicas de Lebrija? y me dice que no que esas no son lebrijanas,  que no tienen pinta de lebrijanas y además son más mayores, me río y seguimos camino,  casi llegando a Caldas de Reis, vimos a otras dos chicas y Diego dice "estas sí son las lebrijanas", efectivamente eran, María y Ángela, que también iban un poco tocadas, pues igual, charlamos un rato, la chica no se lo creía, "qué fuerte" veras cuando se lo cuente a mi padre jajajja. Además nos contó el porque del Bar el Chocazo. Nos despedimos a la llegada ya que cada uno íbamos a alojamientos diferentes. En este día también conocimos al cuarteto como nosotros los llamábamos, ya que al ver un grupo pensamos que iban todos juntos, pero no, la señora nos dijo que ellos solo eran cuatro (dos matrimonios). Anécdotas del día.

Bueno pues vamos que nos vamos a Padrón, en el camino nos encontramos a Mª del Castillo, su compi Patri tuvo que abandonar, con un esguince en el tobillo, se fue en autobús a Padrón donde las esperaría, como es normal también nos encontramos con el cuarteto y con otras caras conocidas en el camino, pero con quienes teníamos menos confianza. En el camino, no se muy bien si era un pueblo o una de estas urbanizaciones que no se acaban nunca, un señor dirigía esta frase a todo peregrino "Que tus sueños se hagan realidad". Me encanto.

Cuando llegamos a Padrón, buscamos un lugar para comer algo, nos sentamos en un lugar después de dar algunas vueltas, nos tomamos una cerveza pero el dueño del local no nos echaba mucha cuenta y al lado se escuchaba mucho ambiente, así que pagamos y nos fuimos al lado, donde nos buscaron una mesa muy amablemente y nos sentamos. Casualidades de la vida, estaba el cuarteto, era el cumpleaños de uno de ellos, 83 añitos nada más y nada menos, le trajeron su postre con vela incluida, todos le cantaron el cumpleaños feliz y el señor muy feliz apagó su vela, le felicitamos y el señor nos invito a una jarra de vino blanco, muy bueno pero que se sube a la cabeza que no veas jajajaj. Brindamos a su salud. Por cierto, comimos de maravilla.




El Cumpleañero



Una mesa espectacular


Llegamos a la última etapa, a Santiago, nos quedaban 26 kilómetros, donde esperábamos encontrar a nuestras amigas de Lebrija, al cuarteto, a otro grupo de Málaga, en fin a todas las caras conocidas de este camino. Mucha calor, poca sombra, parajes de todo tipo. Nos encontramos a Mª del Castillo sola sin su compi, ella estaba bien, va a su ritmo, seguimos, no recuerdo a cuanto estábamos de Santiago, y en un caminito muy bonito, nos encontramos muchos trozos de papel higiénico colgados de las ramas de los árboles, Diego pensó que era de alguna carrera, pero estaban demasiado juntos unos de otros y no había más caminos que te pudiesen perder, además ahora no hay carreras, cosas del camino.

Llegando a Santiago nos encontramos con nuestras amigas, iban regular pero muy emocionadas por poder acabar su primer camino, cuando llegamos y estábamos cerca de la plaza de la Obradoiro, Diego les dijo a nuestras amigas que había una entrada más bonita, donde se pasaba por un túnel donde había un gaitero tocando, las niñas preguntaron si había que andar mucho, y les contestamos que no, sólo había que dar le la vuelta a la Catedral, no se si por cansancio pero se dejaron llevar y dimos la vuelta a la Catedral para encontrarnos con el gaitero, las niñas llorando de la emoción.





Este año, quizás nuestra emoción ha sido compartir la entrada con estas niñas de Lebrija, ver sus rostros emocionados y esas lagrimas al haber logrado llegar a Santiago.



Como la mayoría de peregrinos, después de las fotos, la alegría, los codazos con los compañeros de camino,  intentamos recoger la compostelana, comer algo y descansar, para salir por la noche y  pasear por las calles de Santiago. No pudimos entrar este año en la Catedral, estaba restringida a 50 personas, por lo que fuimos a la iglesia de San Francisco a escuchar la misa del peregrino.

Por la noche estuvimos paseando por la ciudad, luego buscamos un restaurante recomendado por nuestro amigo Agu, por diversos motivos no se dieron las circunstancias para cenar en ese restaurante, así que volvimos más al centro a buscar un lugar de tapitas, y el destino quizó volver a reencontrar nos con nuestros amigos del cuarteto. Nos enteramos que eran de Madrid y solían viajar mucho a Santiago y a diferentes partes de España, nos recomendaron la cervecería justo donde estábamos y donde ellos iban a tapear, al final de la noche invitamos a chupitos, nos hicimos fotos y nos despedimos ya que ellos habían dividido la etapa en dos y volvían hacía tras para llegar al día siguiente a Santiago. 

Con el cuarteto de Madrid
                                                                                        

Este ha sido un camino diferente, no sólo por su paisaje de castaños y viñedos, ha sido un camino tranquilo, aunque nos hemos encontrado con peregrinos, no ha sido la masificación de otros años en el camino portugués que nos comentaba un señor que sellaba en una iglesia del camino, ha sido el hecho de las mascarilla, a mi particularmente, me ha costado llevar mascarilla, no la llevamos todo el camino, pero cuando te encontrabas con otros peregrinos u otras personas, nos las poníamos hasta que los adelantábamos, y era difícil respirar con la calor y el esfuerzo. Ha sido un camino diferente, me ha gustado mucho todas las anécdotas de este año, prácticamente todos los días nos pasaba algo bueno. Espero  poder repetir el año que viene cualquier camino sin las mascarillas.

Fotos y vídeos de las diferentes etapas: 

Escribiendo Postales
                                                              


La Catedral
                                                                   


Diego con Santiago
                                                               


"Buen Camino"



Foto de la llegada, otro año llena de pies.
                                                                 



Me encanta nuestro observador



Lugar para dejar algún recuerdo





Uno de los muchos castaños

Una de nuestras fotos típicas

Un halo de luz, es mágico.

Primer monolito en una de las salidas



Una peregrina más