A veces pensamos en lo que nos gustaría hacer si tuviésemos dinero, pasamos más tiempo imaginando lo que haríamos que disfrutando de aquello que tenemos, que a veces es más y más importante de lo que pensamos.
Hay momentos en la vida que pensamos lo maravillosa e increíble que puede llegar a ser, otras en cambio la odiamos, la maldecimos, incluso queremos acabar con ella.
La vida no tiene la culpa, son circunstancias que nos van sucediendo y a las que tenemos que enfrentarnos, pero que difícil resulta aveces llevarlo a la práctica.
Cuando somos jóvenes nos queremos comer el mundo, tenemos prisa por hacer y experimentar, parece que no vamos a tener tiempo de hacer todo aquello que queremos, con el tiempo te das cuenta del tiempo que tenemos.