martes, 6 de agosto de 2019

MI PRIMERA COMUNIÓN

Esta mañana, cuando salía a correr, mes de mayo, mes de comuniones, vi a una niña vestida de comunión, andando como una princesita, parece que un vestido largo, de encajes, puede transformar a una niña en una princesa.

Bueno pues me vino a la mente el día de mi comunión, mejor dicho los días antes. Yo tenía unas ganas enormes de hacer la comunión, mejor dicho de vestirme como una princesa, con mi vestido largo, blanco y con encajes, y después de la comunión desayunar con mis compis, bueno pues nada más lejos, resulta que al cura se le ocurrió, no se si a el, particularmente o fue un cambio eclesiástico del momento, que las niñas irían de corto, a mi aquello me decepciono, yo quería ir  con un vestido largo.

Bueno, encontrar un vestido para mi fue complicado, yo era muy canija y muy morena, mi padre me decía "mi negri", así estaría. sigamos, todos los vestido que me gustaban a mi me estaban grandes y los que me estaban bien no me gustaban.  Mi madre se canso y eligió uno color beige oscurito, muy simple y corto, no os quiero decir lo que parecía tan morena y tan canija.

Así que el día de mi comunión no fue ese día tan esperado por mí para vestirme de largo, iba con mi vestido corto y nada de peinado mono o adornos en el pelo, una simple orquillita con dos florecitas, además, una de mis compañeras llevaba el mismo vestido, más desilucinante todavía,  y tampoco hubo desayuno con mis compañeros.

En fin, a veces no hay que desear tanto algo porque todo puede dar un giro de 180 grados y no salir  como tu deseabas.