Vosotros no lo veis, no lo notáis porque me veis todos los días, pero estoy envejeciendo por momentos, no apreciáis los cambios que se van produciendo en mi, esas arrugas cada vez más acentuadas, esa piel más fina que se rompe con más facilidad o le salen moratones con apenas un pequeño golpe.

No notáis que cada día el cansancio se acentúa más en mi y todo me cuesta más.
Yo os veo crecer, haceros hombres, comenzar una vida llena de experiencias, vivencias y conocimientos.

Vosotros no reparáis en mis cambios, sólo veis lo bajita que estoy a vuestro lado, o que ya sois vosotros los que me cogéis a mí.

No, no os dais cuenta porque todo va poco a poco para no asustarnos, pero un día me veréis como esa mujer mayor que muchas veces veis por la calle y en la que apenas reparáis, entonces si os daréis cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo, de cuanto hemos cambiado, yo y vosotros.

Parece que todo va ha seguir igual, que nada cambia, pero sí todo cambia, el tiempo no se detiene para nadie y cuando nos damos cuenta toda nuestra vida ha cambiado, todo en nosotros ha cambiado.

Y me asustan todos esos cambios. Me asusta lo rápido que pasa el tiempo.